Foto Paúl Malo¿Por qué Oucha Mbarbk, un marroquí en pobreza extrema, hizo esfuerzos extraordinarios para comprar una televisión, una antena parabólica y un aparato para ver películas en DVD? ¿Por qué no es cierto que tener muchos hijos empobrece aún más a los pobres? ¿Y por qué los más pobres necesitan pedir prestado (pagando un interés del 42% anual) para poder ahorrar? ¿Por qué para los niños más pobres ir a la escuela no implica obtener más educación?

El analista y escritor Moisés Naím recomienda en su columna semanal la lectura de un nuevo libro : “Poor economics” que busca respuestas a preguntas cruciales sobre la pobreza, lejos de las grandes generalizaciones y de las afirmaciones demasiado repetidas y poco sustentadas. El libro está repleto de resultados que contradicen creencias muy arraigadas. Sus estudios de campo revelan, por ejemplo, que quienes viven con un dólar al día no pasan hambre. Si estuviesen hambrientos gastarían todos sus ingresos en comida. Pero no es así. Los datos que Banerjee y Duflo (autores del libro) recogieron en 18 países revelan que la comida representa entre el 36% y el 79% del consumo de los pobres que viven el campo, y entre el 53% y el 74% de quienes viven en las ciudades. Y por cada 1% de aumento en sus ingresos, solo el 0,67% lo consumen en comida. Y ese aumento no se destina a obtener más calorías, sino calorías que saben mejor.”

Mas información:

Moisés Naím, “Lea este libro”, 13/03/11.
Poor economics

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